08 junio 2015

Gustavo Álvarez Núñez revive epifanías propias y ajenas.


Gustavo Álvarez Núñez siempre se movió entre libros, música y periodismo. Y aquí, juega con estos tres ámbitos y salta de uno a otro sin problemas.

Todo nace con frases reales de grandes y muy diferentes personalidades de la cultura de estos últimos tiempos: Clarice Lispector, Mondrian, Duchamp, Miles Davis, Keith Richards, Marvin Gaye, Lucio Mansilla o José Hernández entre tantos otros. A partir de esas palabras iniciales, citas epifánicas que pueden significar un antes y un después, Álvarez Núñez se embarca en pensamientos, voces interiores y hasta refunfuños o reproches que van llevando el hilo argumental. Son esos momentos que pueden pasar como cotidianos pero también, pueden marcar un rumbo nuevo y diferente en la vida de las personas.

Todo es una gran excusa para poder contar pequeñas historias, que por momentos parecen basarse en situaciones biográficas de aquellos a quien cita para  luego traspasar lo real y acomodarse en la propia historia del autor. Uno de los logros es llegar, por momentos, a la empatía pura. Sentirse reflejado sin espejo. Porque las historias van de lo particular a lo general, de lo ajeno a lo propio, de lo genérico a lo circunstancial, del amor al odio, de la frustración a la admiración. Y así, con esa repetición que tiene la búsqueda de explicaciones. El ritmo es íntimo y cadencioso, con profundidad en los términos y un ensimismamiento que atrapa.

Las citas del inicio nos muestran a un escritor lector, con indicios concretos de las lecturas que tiene Álvarez Núñez. Lecturas que reutiliza para volver a ser escritor y comenzar cada narración. A veces hay intenciones biográficas y otras, quizás las mejores, ni se preocupa por seguir las líneas del inicio, y el texto sigue un camino propio. Reflexiones que pueden ser de grandes genios o de insignificantes y grises personajes. La empatía de la que hablaba.

Dos pequeños comentarios finales. Este es de esos libros que sirve para ampliar nuestro espectro intelectual: aquí se habla de gente -artistas, músicos o escritores- y a algunos de ellos no conocemos y nos puede servir para nuevas incursiones. Si GAN (Gustavo Álvarez Núñez) propone, es buena idea indagar en ellos.
Lo último es su texto final. Distinto a los demás en forma y estilo. Una broma que trajo en su momento un ruido con Armando Enhiesta como partícipe involuntario. Hasta aquí voy a llegar porque ya saben que las bromas, si se explican pierden la gracia.

Gran libro. Con mucha intención y una búsqueda lograda.

Vidas epifánicas
Gustavo Álvarez Núñez (1968)
Mansalva