02 octubre 2020

Biblioteca bizarra, de Eduardo Halfon


Biblioteca bizarra es un libro difícil de encasillar. Y Eduardo Halfon más aún. Escribe todos sus relatos en primera persona, siempre como escritor y con un tinte autobiográfico como característica. Si bien nació en Guatemala, no creo que se pueda definir como un escritor latinoamericano. Su vida tuvo un largo derrotero que lo llevó a irse a de niño a Canadá, luego a Estados Unidos y ahora reside en Francia. Él mismo dice que se encuentra más cerca de los escritores norteamericanos que de los del Sur. Y es esta suma de cosas lo que lo hace diferente: es un latinoamericano que escribe como estadounidense. Raro, distinto. Porque no tiene esas frases que uno lee y relee de tan refinadas (o creativas, o sugerentes, o poderosas) sino que busca la sencillez de los autores del Norte. Halfon define su prosa como “clara, directa, sin rodeos”. Pero siempre es Eduardo el protagonista, los temas de sus cuentos son sobre él mismo y muchas veces transcurren en Guatemala.

El libro, el primero en edición argentina, es un compendio de textos aparecidos en distintas revistas del mundo. Desde el 2011 al 2017. Ocho en total. Algunos, inclusive fueron escritos en inglés y luego traducidos.
El relato que da nombre al libro, es un repaso por distintas bibliotecas de personajes que el autor fue conociendo a lo largo de su vida. Por sus líneas se mencionan grandes nombres de la literatura universal (la cita es otra característica de Halfon) y es un texto muy llevadero. Tiene ese costado voyeur que aquellos que tenemos una relación un tanto fetichista con los libros festejamos. Ver a través de otros ojos cómo son las bibliotecas ajenas da un placer que no siempre está bien visto, sentirse emparentado por esa postura en un punto regocija, porque ¿quién no se pone a husmear la biblioteca de una casa apenas entra en ella? ¿cuántos de nosotros creemos que los lomos de los libros definen al dueño de casa? Si hay muchos, si hay pocos, si best sellers, si hay clásicos. Y si no hay una biblioteca, más todavía.
Luego le sigue un texto muy bueno, Los desechables. Gente en situación de calle que entrevista a Halfon en la presentación de un libro suyo. También le escribe una carta a su hijo, una carta que arranca en una clínica que se dedica a hacer abortos. Hay recuerdos de su niñez, amenazas que sufrió por algo que escribió pero no recuerda qué, y así le siguen varios acontecimientos que el autor transforma en relatos. Ahora, pensar que todos esos acontecimientos le pasaron verdaderamente al autor es muy ingenuo. Halfon se ha ocupado de aclararlo en más de una oportunidad, pero la gente sigue creyendo que sus textos son autobiográficos. Y es que, si el autor siempre le presta el nombre a su personaje el tema va a seguir dando para confusiones. De hecho, mató a su padre dos veces, y al parecer mucha gracia no le dio. Saber qué es real en sus relatos y qué no parece ser un juego que nuestro escritor pretende jugar.

Prolífico y original, autor de textos cortos y novelas, Eduardo Halfon hace pie en la escena literaria con una impronta bien propia. Casi que está de moda y vende bien.
Es una buena oportunidad para leer algo nuevo.

Biblioteca bizarra
Eduardo Halfon (1971)
Ediciones Godot