Paseando por una feria de libros usados, uno tiene la dicha
de encontrar ciertas ediciones originales. En este caso el librito estaba
bastante estropeado (es de 1965) pero igual, apenas lo vi no dudé un instante y
me lo quedé.
Aldo Pellegrini tuvo
una gran importancia en la literatura argentina en varios aspectos: no sólo
era poeta –su gran amor-, además de compilador y ensayista, sino que fundó la Editorial Argonauta, la de tapas papel
madera con los grandes autores de la literatura exquisita. Aquellos libros que
gozamos con grandes como Artaud, Rimbaud, el marqués de Sade y nuestros Girondo, Zelarayán o León Ferrari. Los que se jacten de ser buenos
lectores, los tienen que recordar o tener….
El libro en cuestión es un compilado de textos con distintos orígenes y
finalidades, escritos entre 1952 y 1964. Conferencias, ensayos, notas para
catálogos o revistas especializadas y ensayos. Todos tienen como eje al arte,
que generalmente chocaba con los preceptos del momento. Interesantísimo por
varios motivos. El concepto del arte y el lugar que ocupaba en aquella época
dista mucho de lo que ocurre hoy en día. De ahí su título. El arte de la década del 50 y 60 generaba una confusión tal que el común
de la gente no sabía qué hacer cuando se paraba frente a una obra contemporánea.
Pellegrini se esfuerza y usa todas las herramientas que tiene a mano para defender al ARTE, para que los
críticos no sean tomados en cuenta –es muy duro con ellos-, para que el público
deje de lado el prejuicio y no se deje llevar por lo preestablecido. Pide
respeto por la vanguardia, cosa que nunca sucedió. En ninguna rama del arte o
la ciencia, y en ninguna época de la historia. Y es por eso que define al artista
como un incomprendido, incluso con un dejo de romanticismo.
Quisiera destacar el título de uno de sus textos: Se llama poesía todo aquello que cierra la
puerta a los imbéciles, que apareció en una publicación en la revista Poesía = Poesía. Genial! Pellegrini
cada vez que puede relaciona al arte en general con la poesía en particular, las hermana, usa
de ejemplo a la poesía para llevar esa idea al arte todo. El poeta es el
artista por definición.
Recordemos su gran obra: Antología de la poesía surrealista
(http://fernandolojo.blogspot.com.ar/2016/04/antologia-de-la-poesia-surrealista-de.html),
también comentada en este blog.
Si bien algunos de estos textos quedaron desactualizados, nos
sirven para entender mejor una época no tan lejana. Y una postura de los
periodistas especializados. Hubo un tiempo que había muchas y pequeñas revistas de
poesía, con muestras de arte que la gente no sólo no entendía -eso sigue
pasando- sino que desestimaba. Desde hace muy poco tiempo que el arte está de
moda; antes los artistas eran vistos como gente extraña, eran los diferentes.
Los otros. Y allí es donde Pellegrini da pelea; donde se jacta de entender lo
que pocos pueden e intenta educar al soberano. Pero desde afuera, no desde el
establishment. Y eso tiene un gran valor, aunque el libro sea usado.
Para contribuir a la confusión general
Aldo Pellegrini (1903-1973)
Ediciones Nueva Visión
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