Hacía rato que no
leía un libro de investigación periodística que me gustara tanto. Bien escrito,
muy interesante y presentando a todos los actores de este mundo tan de moda. Si
bien fue publicado en 2008, y aunque según la autora el arte es cada vez más
efímero, el libro agrega a nuestra lista un gran número de artistas top de la
actualidad. ¿Actualidad? Lo que ayer fue furor, hoy ya es viejo. Y acá aseguran
que estar fuera del mercado es lo peor que te puede pasar.
Bienvenidos al arte
contemporáneo: mucho dinero, mucho glamour, mucho marketing y algo de arte.
Estos siete días a
los que Sarah Thornton hace alusión
nos zambullen en instancias y situaciones muy diversas: la subasta, la feria,
el premio, la universidad, la crítica especializada, el estudio del artista y la bienal. En
todos ellos, pasa un día. Aunque con el correr de los capítulos, los personajes
del libro se van repitiendo: marchands, artistas, galeristas, críticos,
curadores y coleccionistas. ¡Están por todos lados!
En cada uno de
estos capítulos, la autora hace muchas entrevistas (más de 250 en total) que va
mechando a lo largo de las páginas, logrando así una discurso coral y reforzando
conceptos desde todos ámbitos. Los principales interesados tienen la palabra. Y
Thornton hace lo que suelen hacer los buenos periodistas: poner en boca de
otros sus propias opiniones.
Bien de este siglo,
la autora sitúa su análisis en los lugares más emblemáticos y logra el
testimonio de las personas/personajes más relevantes. El artista central es Takashi Murakami, un japonés muy
cotizado que mezcla arte con moda,
medios, animación y marcas como Luis
Vuitton. Murakami es un poroto al lado de Warhol, todo lo que hace lo multiplica en sus reproducciones
a valores exorbitantes. La unicidad acá no corre más.
La bienal es la de Basilea, donde el jet set del
coleccionismo millonario se pelea por comprar muy caro un arte que, en palabras
de Thornton, no va a pasar a la historia pero que los define. Porque aquí se produce
un círculo vicioso muy interesante: los mismos coleccionistas pagan fortunas
por el arte contemporáneo para que los valores de sus colecciones sigan
valiendo muchos millones. ¡Tremendo! Si nadie paga lo que ellos pagan, los cuadros de
sus paredes se desvalorizan. Y el resto (artistas, marchands, galeristas, etc.)
aprovechan esa rueda de valores desubicados para seguir facturando.
La universidad donde
nos muestra cómo se enseña arte contemporáneo es el CalArts (Instituto Californiano de Arte), la revista es Artforum, el premio es el que entrega
el Tate Museum y la subasta transcurre en Christie’s.
El círculo en el
que se mueve el arte seduce al público en general, las obras definen status y
posiciones sociales. Hay un grupo cerrado que hostiga a los nuevos ricos que
compran de manera compulsiva. Como siempre ha sucedido, nadie quiere ceder
terreno. El arte da poder, inspira respeto.
Para lograr esta
excelente investigación, Thornton aprovecha que es la niña mimada del
periodismo ligado al arte. Trabajó en los principales medios (The New Yorker,
the Economist, The Art Newspaper, Artforum, BBC, CBS) y es por eso que se mete
donde nadie pudo y cuenta algunas miserias que sorprenden. Y escribe bien; nos recrea con detalle los espacios, nos describe con buen ojo a los personajes, los define con
pequeñeces que se agigantan.
Lo leí rápido, lo
buscaba hace tiempo y no le di mucho respiro. ¡Vendido! Dijo el
subastador de Christie’s mientras golpeaba su martillo de manera certera y algo
actoral.
Siete días en el
mundo del arte
Sarah Thornton
(1965)
Edhasa
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