23 julio 2015

Raúl González Tuñón. Final del recorrido


Es el primer libro que leo de Raúl González Tuñón y es uno de los últimos que él escribió (las biografías no siempre se ponen de acuerdo). Cuando lo encontré, vi que era una linda edición y me decidí. Llegué a pensar que era tarde para leerlo, que no era el momento. Pero por suerte no me hice caso y me dejé llevar.

Los últimos libros de algunos autores pueden ser más relajados. Menos exhaustivos en fórmulas y estereotipos, y más librados y liberados al viento caprichoso. Como algo suelto y final, así fluye este libro. Sin tanta tensión ni pretensión. Por un camino lento, pensado y con ritmo propio. Propio del final del camino. Inimputable y bello. Lírico.
Los versos son enunciados con mucha sencillez. Escritos por alguien que se sabe un poco más allá de toda crítica. Cómodo con el trayecto ya hecho.

Lejos está en este libro la vieja batalla FloridaBoedo (o la inquietud formal contra la inquietud social); lejos también están aquellos versos, tan sentidos de las épocas de la Guerra Civil Española (que suele escribirse así, con mayúsculas). Con la rosa como emblema, y el sufrimiento o la muerte como valor. En este libro, González Tuñón habla del hombre más profundo, casi como un sabio. Vuelvo a la idea del final de ruta. Hay belleza; o al menos yo la encuentro. Y eso me basta.

Es interesante también la entrevista que inicia el libro, hecha por el primer editor del libro a fines de la década del 60. Allí González Tuñón se define como martinfierrista de alma. Aunque en estos mismos versos, la inquietud social como él declama, aparece con clara presencia.

Lindo libro. Pequeño y contundente. Un gran encuentro con la poesía argentina. Si lo ven, no lo duden.

El rumbo de las islas perdidas
Raúl González Tuñón (1905-1974)
Editorial Descierto