07 junio 2013

Gyula Kosice. Un hermoso provocador del arte y su filosofía porvenirista



Si hay algo atractivo en los artistas es que sean provocadores. Y en el más amplio sentido. Aquel que transgrede generalmente es considerado un provocador; pero los que te motivan, te movilizan, te incitan, te dejan pensando también provocan. Provocan todo eso. Y cuando Kosice escribe suele ser tan filoso que también termina provocando.
Lo mejor de todo es que lo busca. Eso de tanto provocar…. Siempre.
Gyula Kosice fue uno de los fundadores del Grupo Madí junto con Arden Quin, Rothfus y Tomás Maldonado. Fue la primera vanguardia nacida del Río de la Plata y su  influencia logró traspasar nuestras fronteras de la mano de varios hitos, entre otros: el infaltable manifiesto de neto corte abstracto y no figurativo, la ruptura con el marco tradicional (el rechazo al concepto de ventana) y la revista Arturo, con un único número editado en 1944. En esa revista, Kosice logra colar una frase que desde aquel día toma más y más fuerza en su concepto artístico y lo define con el correr de los años: “El hombre no ha de terminar en la tierra”.
Los primeros textos de este libro datan de la década del ’40 y fueron escritos para revistas especializadas y catálogos. Con la vuelta de la democracia (1983)  comienza a escribir en diarios, principalmente para La Nación y La Gaceta. En los ‘90, Kosice ya es un artista reconocido mundialmente y su discurso se remite a sus ideas que más sobresalieron: la arquitectura móvil y trasladable; el uso de nuevos materiales; la escultura hidráulica, cinética y lumínica; la enunciación de una nueva época signada por un sinfín de novedades científicas y tecnológicas (la filosofía porvenirista) y la búsqueda de un marco social y artístico que haga prosperar esta idea de que “algo grande está sucediendo”. Kosice define el espacio como elemento de la creación. De ahí viene su idea de la ciudad hidroespacial (tomada con mucho interés por la NASA),  con la utilización energética del agua y el hidrógeno como punto de partida de un nuevo urbanismo, que pretende ocupar el espacio.
Es un auténtico visionario que no cesa de jugar con las predicciones, muchas de ellas son muy certeras como la utilización de las computadoras para la creación artística o la voluntad de la TV de que el espectáculo triunfe sobre el sustancia. Aunque también a veces derrapa, como cuando dice que será posible reproducir y fotografiar los sueños por computadora o cuando enuncia el desarrollo del cerebro artificial. ¿Derrapa? ¿O de acá a unos años serán una realidad?.  Y conste que todos los artículos fueron escritos entre 1944 y 1995. Hace bastante ya…..
Kosice acaba de cumplir 70 años haciendo arte. Presentó a sus 90 nuevas obras en el marco de la feria de ArteBA 2013 con todas sus obsesiones: el arte cinético, la presencia de las fuerzas hidráulicas, los textos con neón, etc. Su sello de años y años.

El libro tiene además dos características interesantes: fue editado en 1996 y ahora está agotadísimo, de hecho me lo regalaron y fue comprado en una casa de usados. Su primer dueño fue el escritor Adolfo Fernández de Obieta, hijo del gran Macedonio. Firmado por al autor con dedicatoria y todo. Como lo leí muy de a poco –un texto por vez para poder releerlo tranquilo- me demoré varios meses y luego me valí del subrayado del anterior dueño para poder darle sentido a todo. Gracias a quien me lo regaló, a quien lo escribió y a quien lo subrayó. Y gracias, por sobre todas las cosas al arte, por darnos tantos motivos.

Gyula Kosice (1924 - 2016)
Arte y filosofía porvenirista
Ediciones de Arte Gaglione