13 mayo 2016

Reflexiones de mortales e inmortales, de Federico Pérez Wrubel

Respeto mucho a los emprendedores. Hasta puedo decir que hay algo de admiración y envidia sana (si es que existiese) ante el coraje y la manera de encarar nuevos desafíos que tienen algunas personas.
Los que editan sus propios libros son emprendedores de sus obras. Y el que me llegó gracias a un amigo es uno de ellos. Federico Pérez Wrubel quiso escribir un libro y lo hizo. Y como también quería que otros lo leyeran, lo edito él mismo. Aquel viejo dilema de no saber si escritor es aquel que escribe o el que es leído, parece ser de otra época. Hoy en día si tu vocación y convicción son fuertes, es posible lograrlo. No hace falta que los editores gusten de tu trabajo, no hay que golpear puertas y ofrecerse. Esa ya no es la única manera de publicar. Ahora, si esto está bien o está mal, ya es otra discusión.

Las reflexiones que nos propone FPW son breves, casi efímeras. Se nota una voz joven, de esta época, que busca las palabras que elije y que a veces se atolondra un poco al desarrollarlas. Pero casi como una impronta. Las ideas son buenas, sacadas de lo cotidiano. A veces con un vuelo que pertenece a lo mágico y otras con melancolía de ciudad.
Es un primer libro, un lanzamiento. Se nota una búsqueda de estilo y la necesidad de reconocerse y que los demás lo reconozcan a FPW como escritor. Aunque el libro tenga algunos altibajos y no todos los cuentos logren el efecto deseado, como relator de pequeños momentos, Pérez Wrubel tiene herramientas para lograrlo.

El esfuerzo valió la pena, el libro ya está en la calle. Ahora hay que descubrir si este libro puede llegar a ser el inicio de algo más importante.
Y eso depende solamente del autor.

Reflexiones de mortales e inmortales
Federico Pérez Wrubel (1991)
Lo que vendrá libros