07 enero 2015

Baila, baila, baila de Haruki Murakami. No todo puede ser tan bueno.

Me cuesta decirlo, pero el libro me pareció un poco flojo. Si bien es entretenido, fácil de leer y uno se engancha muy rápido, como en casi todos los libros de Haruki Murakami, en un momento la trama se cae y no levanta más.
La temática y los clichés son los mismos que en sus libros buenos: un hombre común con conflictos comunes, tratando de manejar su vacío existencial, mucho comentario musical, alguna prostituta en el medio y ese toque de magia y estado paralelo a nuestra realidad a que nos acostumbra este autor que supo ganarse el respeto de la crítica y el favor de los lectores. Pero acá se le notan “los hilos del relato”, la receta está muy a la vista y los tiempos se le escapan un poco. El final tampoco colabora para nada. Nobleza obliga, conocemos muchos libros buenos de su pluma, y es por eso que uno es un poco más exigente con Haruki que con otros.

Este libro es uno de los primeros del autor, de 1988 y se nota. Es justo antes de explotar a la fama mundial y es la continuación de La caza del carnero salvaje, un libro anterior a este que, para colmo, repite varios personajes importantes.
Nuestro personaje está en crisis, sin rumbo y con un trabajo que no le cuesta ni le hace feliz: redactor feelance. Así que deja todo y se pone a buscar a una chica que un día desapareció de su vida. Vuela a Sapporo y allí arranca todo.
Es un tanto caótica pero con buenos personajes, con esa facilidad impresionante que tiene el autor para meternos en la historia y en esos ambientes mágicos pero con repeticiones que no suman. Es muy hábil e irónica la manera en que define los años ochenta y el posmodernismo neoliberal. Están muy bien retratados.

Si no leíste nada de Murakami, creo que sería bueno que empieces por otra cosa. Sin ir más lejos, las obras que escribió antes y después de Baila… son brillantes: Tokio Blues y Al sur de la frontera y al oeste del sol. Hay otros libros muy buenos de los cuales ya escribí, por ejemplo De que hablo cuando hablo de correr  (http://fernandolojo.blogspot.com.ar/2012/11/haruki-murakami-un-corredor-de-largo.html) y otros tantos de los que no escribí pero sí voy a leer porque es un autor al que estimo. Y mucho. Pero en este, la verdad es que hace agua.

Baila, baila, baila
Haruki Murakami (1949)
Tusquets

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