09 agosto 2011

Ante el morbo de la gente. Ariel, de Sylvia Plath



Sylvia Plath tenía algo así como un estigma. Su poesía es densa, obscura y complejísima por momentos. Atormentada. Aunque también podía ser tradicional, con todo lo que ello puede significar.

Se la llamaba poesía confesional y es de mediados del siglo pasado; Ariel, el  libro al que me refiero es de1963, por ejemplo.

Sylvia Plath se suicidó antes de que el libro se editara. Pero tampoco tardaron tanto en ponerlo a la venta; casi que estaba tibia...
Vamos con el morbo. Ella mete la cabeza en el horno y se suicida. Les deja el desayuno a sus niños y comete la locura. Meses después, sus textos estaban en la calle con varios indicios premonitorios... El último poema fue escrito seis días antes; Filo (Edge), se llamaba.

Ariel fue editado por su marido, el también poeta, Ted Hughes que escribió un libro tan infalible que hasta puedo apostar por él: Gaudette. Un experimento mucho más pop y cercano a nosotros. Brillante! (Ed. Lumen - Bilingüe)
            Aunque por momentos algunos poemas cuestan un poco, porque se refieren a temas que no sentimos cercanos: esos bosques, esos campos, esos verdes... el libro sabe ampliar los conceptos básicos de la poesía y expandirlos. Busca límites y los encuentra, con una carga emotiva y un peso (esa pesada piedra que la terminó por hundir) que sorprende.

La edición de Hiperión es bilingüe pero algo floja. Sirve de todas maneras porque hay muchísimas palabras nuevas. Más diccionario que otra cosa, pero sirve.

           
Ariel
Sylvia Plath (1932-1963)
Hiperión

1 comentario:

  1. ¡Salud, Lojo!
    Sabés que hasta ahora no me animé a leer a Sylvia Plath; su fama extraliteraria la precede, y por el momento prefiero sufrir y disfrutar con la Pizarnik.
    No sé si se te da mucho por la poesía, pero por las dudas te cuento de un enorme descubrimiento en ese rubro: Wislawa Szymborska, poeta polaca que murió hace poquito.
    Si alguien te regala algún libro de ella, ¡dale una oportunidad y después contame!
    Te mando un abrazo grande.
    (Pepa Urrea)

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